jueves, 29 de octubre de 2009

Comentario de Margarita Scotta a raíz de la propuesta de Beto Manino DEBATE PSICOANALISIS MEDICINA y el escrito de Gonzalo Torrealday.

Muy interesante constituir un NUDO para el debate de esta conjunción, que Gonzalo propone “complementaria”. En gramática, el complemento es el que expresa circunstancias de la acción verbal (lugar, tiempo, modo, instrumento, etc.). Trabajo en una institución médica como psicoanalista y podría aportar algunos complementos gramaticales a esta circunstancia pensándolos en la Red.

1- En una situación complicada con un paciente, un médico con el que compartía la coyuntura me dijo: “Ustedes los psicoanalistas saben escuchar, nosotros no escuchamos nada, eso te lo reconozco, pero ustedes no saben actuar como médicos, se quedan; cada uno tendría que aprender eso del otro”. Ciertamente, creyendo dar tiempo, esa actitud mía resultó a posteriori una demora. Los manejos del tiempo son distintos.

2- El médico teme la muerte más que el psicoanalista (los psicoanalistas nos creemos eternos; los médicos saben que no). Ellos realizan su conjuro chamánico en ese borde inquietante entre la vida y la muerte, diría con Lacan, en el entre-dos-muertes, por esas dos fronteras de la muerte que no coinciden y se desdoblan en el ser hablante: la muerte por decrepitud del cuerpo o accidente que es desenlace de la vida; y, la otra, la segunda, no por orden secuencial sino por despegue de Otra dimensión de la primera: la muerte del Juicio Final: la que trabaja el duelo; la del acto imperfecto que inscribe al ser como inmortal aniquilado en el fantasma; la muerte por amor.

3- El médico transmite su angustia como demanda al psicoanalista o al psicólogo que trabaja con él. Si reconociera su angustia, se sentiría fallando como profesional. El médico sostiene la ilusión de que ese plus de la demanda inconciente del paciente no tendrá que soportarlo él si hay un psicoanalista en el equipo. Porque podemos escuchar la Otra escena inconciente nos suponen un saber acerca del dominio pulsional. Pero nosotros sabemos que esas dos dimensiones son heterogéneas. Como dice Gonzalo, las eróticas del cuerpo son abordadas por la medicina Y por el psicoanálisis, claro, por eso Lacan dijo la primera definición de medicina ES la mejor definición de psicoanálisis. Estamos en el mismo campo pero en posición diferente. Compartimos la escena, pero a la vez no estamos en la misma escena.

4- Nuestro complicado desafío: transmitir a los médicos que el psicoanalista no es el “contiene” y “escucha”, no pierdo la oportunidad de decirles esto: “Contener, contenemos todos, los médicos también contienen mucho, escuchan y manejan el aspecto psicológico” y la prueba de esto es que los pacientes siguen volviendo con ellos y los invisten como “su” médico. A veces consiguen mejor manejo de la relación con el paciente que nosotros; saben observar. Nosotros estamos bastante ciegos por ese dial de escucha sintonizado a la cuerda significante.

5- Nos toca dar a entender la posición que tomamos como psicoanalistas de manera que tengamos otra entrada que esa reducción desconocedora de nuestra práctica a: “llamen a la psicóloga para que contenga al paciente”. Tampoco creo que haya que “psicologizar” al médico.

6- Pero suceden cosas fantásticas: Cuando una paciente derivada por su médico, empezó análisis, uno de los efectos fue el esclarecimiento en el médico del tratamiento de su enfermedad, respecto del cual vacilaba hasta ese momento. No porque como psicoanalista yo le dijera algo de las revelaciones en ese análisis, ni porque él no fuera un profesional competente. No; fue tal como le pasó a Freud con Miss Lucy, el diagnóstico médico se aclara cuando se levanta la rememoración (que no es recuerdo nostalgioso) de escenas ligadas al traumatismo que impedían la visión clara del médico. La puesta en acto del inconciente en la transferencia despeja las imágenes y manifestaciones del organismo para el médico. El psicoanalista introduce la nueva “visibilidad” (en sentido platónico; y sigo a Gonzalo en su referencia al Banquete) en el campo de la mirada médica.

Margarita Scotta

2 comentarios:

Gonzalo Torrealday dijo...

Confusiones…
¿Qué hace un médico?, ¿Qué hace un psicólogo?, ¿Qué hace un psiquiatra?, ¿Qué hace un psicoanalista?
Si es un tema difícil de abordar para los que estamos enredados en estos asuntos, si los límites se hacen imprecisos para nosotros… inquietante problema para aquel que no tiene contacto con la salud mental y se ve en la necesidad de consultar…
La persona angustiada que toma la difícil decisión de “convertirse” en paciente, que frecuentemente no maneja cuestiones teóricas “psi…”, solamente percibe un problema y busca una solución profesional. Demás está decir que no tiene por qué saber más que eso… aunque desde el psicoanálisis podamos decir que de hecho “sabe” más que eso.

Margarita Scotta dijo...

... no pierdo la oportunidad de aclarar a aquien consulta o es derivado por el médico que será escuchado distinto por un psicólogo que por un psicoanalista; se trata de precisar los límites. Aliento a las personas que tienen "pasta" para embarcarse en un análisis y así se los reconozco. A veces me gusta decir que, por el hecho de ser escuchado por un psicoanalista, empezará a hablar distinto de sus cosas. Que cambiará la manera de hablar sobre sí mismo y, eso, cambiará algo en su modo de vivir. Produce efecto, por eso muchas veces repito estas ideas como modo de presentación del psicoanálisis... creo que siempre hay que presentarlo...