sábado, 24 de octubre de 2009

Aporte a los temas en debate de Emiliano Albornoz.

La deuda y los analistas


En cuanto a la deuda: leemos y trabajamos a partir de los postulados, la teorización y

la práctica de Freud y Lacan, por supuesto que cada uno realiza su trabajo desde la

lectura que hace de los escritos o seminarios de estos autores.

Pero tenerlos como referentes no nos endeuda?. Utilizamos el divan y le pedimos a

los pacientes que asocien libremente...

Por la deuda nos adherimos a la religión del psicoanálisis?

Creo que se torna denso cuando nos convertimos en: Ad-dictus, que significa en latín,

"esclavo por deudas", como escribe Luciano Rodriguez Costa.

¿Ser esclavo de las deudas no es religioso?.

No hay dudas que algo de la deuda se juega en la relación de los analistas con Freud

como creador del psicoanálisis y con Lacan como psicoanalista que cuestionó y

propuso ir mas allá de Freud.

Y para mí se juega en como inscribimos a estos referentes transferencialmente.

El psicoanánlisis se va colando en nuestras vidas, junto con sus autores.

Y depende de nosotros y nuestros análisis poder hacer algo con ello.

Mas allá de la deuda comienza la vida, mas allá del psicoanálisis (como pago de

deuda) comienza la vida.

Tomando una frase de Lacan y tratando de no endeuderme en demasia... . "...del

padre se puede prescindir a condición de servirse de él".



Emiliano Albornoz

9 comentarios:

Beto Manino dijo...

Hay algo en la cuestión de la deuda que me hace pensar en la religión del padre. Lo que me envía directamente a la concepción freudiana de la transferencia en la que el valor de la sujestión sigue presente, aunque sea para hacer un uso limitado de ella; puesto que su salida estaría en el análisis de la trasferencia. Función de Padre en la historia del hijo que no puede ir más allá de la roca de la castración, puesto que se retira horrorizado del reconocimiento del otro sexo, el único otro, la mujer. Los límites freudianos están precisos, resta ahora ese más allá del psicoanálisis...freudiano cuando ya se ha pasado por el complejo del padre. Y la vida.... ¿no está en todos estos pasajes? Creo que no podemos dejarla para más adelante porque no espera de nuestro consentimiento y se nos cuela a cada instante...salvo que se piense en una vida ideal. Un abrazo, beto

Marité Colovini dijo...

El sábado, hablando con Patricia Fryd antes del seminario Lecturas, comentábamos sobre compartir estudios universitarios de medicina. Freud y Lacan también lo hicieron y rempieron con su práctica medica para pasar a practicar el psicoanálisis. Esto no fue sin grandes esfuerzos, difamaciones,resistencias, aisalmiento, traiciones. Sin embargo, los dos continuaron con un coraje que lo da la orientación por el deseo.
Si ellos no lo hubieran hecho: Qué estaríamos haciendo ahora? nos preguntábamos con Patricia......
Esa es la que considero mi deuda con Freud y Lacan......porque ellos tuvieron ese coraje y ese deseo es que yo puedo hoy disfrutar de estudiar y practicar el psicoanálisis. Es una deuda respecto al modo en que se las arrreglaron con su deseo......que me lleva a tener coraje y a seguir apostando por la transmisión del psicoanálisis.
Marité

Margarita Scotta dijo...

... entonces, cómo intervenga el psicoanalista en la transferencia se revela, otra vez, fundamental. Y, si el deseo, contiene el coraje, no habría que rasgarse las vestiduras por las porciones de sugestión, porque como dijo Fito (plagiando a Fedro, en el Banquete) "el amor es más fuerte", entendiendo con Lacan amor por deseo: la sugestión no es más fuerte que el deseo.
Margarita

emiliano albornoz dijo...

Si Marité, pienso que muchas veces quedamos muy alienados en el psicoanálisis, como síntoma y nos olvidamos de disfrutar cuestiones simples o no de la vida.
Otra cosa es cuando podemos separarnos y elegimos formarnos, transmitir o practicarlo por la pasión que sentimos.

marité dijo...

El psicoanálisis nos enseña que las decisiones, el campo de las desiciones, es el campo de la ética.
Por eso es que la práctica del psicoanálisis se inscribe por entero en el campo de la ética. Tanto desde la posición del analista como del analizante, ya que siempre hay desiciones en juego.
Y el psicoanálisis no puede ser más que un sesgo práctico para vivir mejor. Si no lleva a eso...estamos perdidos......o estamos en el campo del masoquismo, una de las caras de la pulsión de muerte desintrincada.
Dice Lacan en el seminario X, que es importante que el analista tenga cómo disfrutar de la vida....justamente para no llevar a la escena del análisis sus frustraciones !

Gonzalo Torrealday dijo...

El psicoanálisis y la vida no corren en paralelo, como elementos contrapuestos, no se trata de la vida endeudada en un discurso por un lado y la vida libre de ataduras por otro. La deuda con el padre se paga, tiene un costo, por suerte no renegamos del “no todo”, decidimos pagar, el problema es que hacemos con el vuelto.
No renunciamos a la deuda simbólica porque en ella nos constituimos, tampoco renunciamos de la vida, sería un intento infructuoso, claro que tranquilizador, pero infructuoso al fin, porque la vida se cuela, nos guste o no y con eso siempre hacemos algo, así sea un síntoma, hacemos algo.
Yo me pregunto si es lo mismo pagar la deuda que ser esclavo por deudas. Uno paga para obtener algo a cambio, eso que se obtiene es lo propio, el esclavo no obtiene nada (en realidad obtiene un amo, que no es poco).

Margarita Scotta dijo...

... lo que dicen me hace pensar que, sin embargo, "el psicoanalista" es una figura en la sociedad que debería mostrar cierta desafectación (habrá qué revisar qué hemos transmitido) pero esto nos vuelve como un imperativo de pérdida de espontaneidad y soltura para trabajar, nos ha hecho perder ese goce de la vida de sentir que podemos expresar lo que pensamos y sentimos sin tener la presión de estar armando una imagen para... Si "lo neutro" es el objeto, no la posición del analista ni su persona...

emiliano albornoz dijo...

Amo, Amar, Amor, todo se reduce a otro modo de amor que nos permita una vida sin un amo tan presente pero con un amor cerca.

Margarita Scotta dijo...

... también es posible no pagar las deudas sino vivir con ellas; si nos dan, quedamos endeudados, pero la vida vuelve al cuerpo cuando nos liberamos de pensar cómo ir pagando. Pensé de repente en esa deuda de Freud con Breuer, que cada vez que hace una retrospectiva lo vuelve a nombrar y así nos cuenta aquella historia de los inicios un poco distinta cada vez. Ese endeudamiento freudiano está en las razones ocultas del silencio que cayó sobre el esclarecimiento del fenómeno transferencial.