El Banquete de Lacan fue hacerles notar a los psicoanalistas instituidos en la Internacional que se morfaron el amor para esclarecer la transferencia (les dijo que sus escritos sobre el tema eran muy pobres, que ni siquiera una adendda añadida a la tradición). Se trata de saborear lentamente cada palabra de cada orador para entender de qué se trata cada vez eros y cómo la transferencia que el psicoanalista podrá interpretar será con el semejante.
El Banquete de Lacan se va construyendo, con la Red tensada en el espacio intermediario, mezcla de fría dialéctica enredada con la vida cruda que tímidamente pide armonía y en los golpes y contragolpes del discurso se niega a encuadre. También se dialectiza “a martillazos”. Y se inscribe finalmente con una letra marcada por lucidez y delirio, en un pretencioso intento de lectura nueva del antiguo texto…
Margarita Scotta
Gonzalo Torrealday
No hay comentarios:
Publicar un comentario