martes, 12 de enero de 2010

Niños o bebés con problemas orgánicos. Por Emiliano Albornoz

Creo oportuno tomar para el tema niños o bebes con problemas orgánicos


algunos párrafos del texto. "Problemas de los padres. Problemas de los

psicoanalistas" del libro "El psicoanálisis en la clínica de bebes y niños

pequeños".

De Elsa Coriat.

“En nuestra estrategia hay un factor común que se repite: a todos les

proponemos que, además del estudio o tratamiento específico que se

implemente, si decide continuar trabajando con nosotros, solicite cada

tantos meses una consulta de control con el neurólogo y, también,

entrevistas psicológicas, a cargo de un psicoanalista".

"Llegados a este punto, la enorme mayoría de los padres considera casi

obvia la necesidad de consultas sistemáticas con el neurólogo, pero no

ocurre lo mismo con las entrevistas psicológicas. Aquí, el tipo de respuesta

de los padres podría dividirse en tres grupos".

"Están aquellos que toman la propuesta de entrevista psicológica con tanta

naturalidad como la de concurrir a la consulta neurológica; pero no son

mayoría. Están aquellos que no dicen nada..., pero que tampoco solicitan el

turno correspondiente. Y están aquellos que nos dicen algo así como: ¿para

que entrevistas psicológicas?. Nosotros estamos bien con nuestro hijo. No

necesitamos ayuda. Lo aceptamos así como es.”

(...)

"Esa pregunta-¿para qué entrevistas psicológica?- me parece totalmente

legítima. Si el problema detectado tiene que ver con la organicidad del

niño, ¿para qué ponerles entrevistas psicológicas a los padres?, ¿de que

manera estas entrevistas podrían modificar lo que en el niño está

irremediablemente afectado?".

(...)

"Nuestras intervenciones con los padres apuntan a la posibilidad de

realización del niño en tanto sujeto del deseo. "Sujeto del deseo" son los

términos estrictos que, en un lenguaje mas cotidiano, implican un niño que

quiere jugar y hacer picardías, a diferencia de un puro cuerpo domesticado;

condición para que ese niño alguna vez se transforme en un adulto con

responsabilidad y conciencia de sus actos, con una vida de intercambios

sociales, con sus propios deseos y su propia construcción del camino para

alcanzarlos, por mas que su nivel de inteligencia no le permita resolver

determinadas operaciones matemáticas o que su afección motriz congénita

le haga requerir de ayuda agena para movilizarse ".

(...)

"Utilizar el término técnico de "sujeto del deseo" nos permite orientarnos

en relación a por donde pasa el quid de la cuestión".

"Las lineas del destino del niño, tanto de su persona como de su deseo,

están escritas en los padres, dictadas desde el deseo de éstos hacia su

vástago. Tanto el deseo como el amor de los padres son condición para el

surgimiento del deseo del niño; pero según como este amor se exprese -es

decir, como se realice en la vida cotidiana- puede tanto propiciar como

obturar ese surgimiento ".

(...)

" La propaganda que se difunde en este campo indica a los padres amar

especialmente a su hijo discapacitado y hacer mucho por él". "Los adultos

que lo rodean se anticipan a todo porque ya saben lo que tienen que hacer:

lo leyeron en un manual de estimulación temprana o se los dijo el

terapeuta. Con tantas cosas para hacer dictadas desde un saber ajeno, no

queda tiempo para que la madre le formule a su hijo (o se formule a ella

misma) la pregunta clásica: Bebé, ¿qué querés?, ¿qué querés vos en

particular?".

"Nuestra cultura está llena de mitos acerca de qué conviene ofrecerle a un

niño afectado de un problema orgánico congénito, "esos niños diferentes,

con necesidades especiales ".

(...)

" Qué decirles a los padres?. ¿Qué son culpables de haber hecho lo que

casi todo el mundo considera que hay que hacer?. ¿Qué son culpables de

haber obedecido las indicaciones proporcionadas por los profesionales

consultados?".

(...)

" Con respecto a los chiquitos discapacitados de todo tipo, la tendencia

actual de la mayor parte de la comunidad y de sus profesionales, es insistir

sobremanera en la importancia de la "diada madre-hijo" y fomentar el

tiempo de la "simbiosis". Lo consiguen de tal manera que, cuando el

pequeño crece y ya no se trata de un bebé, se lamentan de la incapacidad

del niño para establecer la separación o una mínima independencia,

atribuyéndole a lo orgánico. No se les ocurre pensar que ése es el resultado

del trabajo realizado".

"Lo psíquico se construye sobre el papel de lo orgánico, pero la mano que

escribe está dirigida desde el inconciente de los padres. Lo orgánico no es

causa de lo psíquico en su aspecto afectivo; a la inversa, la estructura

relacional que los padres establecen con su hijo en los primeros años de

vida, deja marcas en lo orgánico: ya sea para propiciar el nacimiento de un

sujeto del deseo, ya sea para imposibilitarlo".

"Un psicoanalista hace falta en la clínica interdisciplinaria de los

problemas del desarrollo infantil porque las palabras y mensajes de la

cultura se entrelazan con las palabras escritas en el inconciente de los

padres que nacieron, se criaron y viven de esa misma cultura. Sólo otras

palabras -palabras que den cuenta del por qué de los diversos efectos y

resultados de las diversas maneras de hacer clínica- podrán deshacer los

nudos conceptuales que en definitiva asfixian a los pequeños sujetitios, ya

que en definitiva, ciertas formulaciones especialmente amables, sólo dan

nuevos aires a los viejos prejuicios ". Elsa Coriat

Es cierto que tanto culturalmente como también en las neurociencias existe

la creencia que el mejor modo de trabajar con niños con problemas es

abordando con los padres desde la crianza las dificultades que el niño

presenta, preparando a estos para que lo ejerciten, de esta manera se

olvidan de la constitución del sujeto, centrándolos en las supuestas

problemáticas y abriendo dificultades mas severas, renegando de los

saberes inconcientes necesarios para el nacimiento del sujeto.

Estos padres siguen lo que creen que es lo mejor para sus hijo, porque

nuestra cultura así lo sostiene aunque el psicoanálisis problematiza y

cambia el eje de la discusión. Por lo cual culpabilizarlos por haber

obedecido las instrucciones del psicólogo o del médico de turno no sirve

para nuestros pacientes, los niños, sino que se torna necesario trabajar con

estos padres para posibilitarles retomar sus funciones (función materna,

función paterna) muchas veces maltratadas por los prejuicios sociales

sobre estos niños.

2 comentarios:

Héctor dijo...

Muy interesante Emiliano, creo que Elsa Coriat es una referencia importante en el trabajo con niños y está bueno que tengamos su palabra en la red...
Saludos, Héctor

Margarita Scotta dijo...

Las reflexiones de Elsa Coriat y tu comentario, Emiliano, me hicieron pensar cómo las normativas impuestas "para todos" desconocen lo propio de cada sujeto. Y lo más rico, lo más interesante, lo que hace que cada uno sea uno, es lo absolutamente singular. El "genio" de cada cual es su singularidad. Cada persona tiene su "genialidad", pero hay que crear el artificio de discurso para hacerla emerger y reconocerla...