lunes, 16 de noviembre de 2009

Discípulos, lectores, hijos… ¿un mal necesario?, por Gonzalo Torrealday

Ser humanos es un “mal necesario”, en el grupo, en el encuentro con otros surge algo de lo insoportable de la castración, que nos recuerda que no podemos ser en soledad y por mucho que nos pese necesariamente somos por filiación al padre muerto.

Somos en otros y por otros, no podemos renegar de eso, quedamos constituidos cuando recibimos del semejante nuestro mensaje invertido.

Pero estamos obligados a hacer con eso algo propio, estamos “éticamente obligados”, no desde un lugar de analistas, que sólo se ocupa en el transcurso de un análisis, sino como personas, que tenemos la responsabilidad de hacer algo con la vida que tocó en suerte.

Pero ese algo siempre se hace con otros, con otros es que podemos configurar algo de esa filiación al padre para hacer de la alteridad que nos constituye algo singular.

El desafío del grupo es crear esa plataforma, donde lo singular no quede inscripto como patológico. Donde podamos salir a escena, como osados equilibristas, pero con la “red” debajo.

Entonces no creo que sea el grupo el “mal necesario”, el problema es estructural e insoluble. No hay una única forma de resolver la filiación, sino que se hace cada vez, en acto, pero nunca totalmente.

Ir más allá del padre es a través del padre, que queda presente, atravesar sin forcluir es el problema que se plantea cuando comprendemos que lo propio no es tal, y más allá de eso hay nada.

Pero es el padre quien nombra a la falta “nada”, y porque es con esa nada que tenemos que hacer, debemos ir necesariamente más allá del padre, debemos “ser” más allá del padre.



Gonzalo Torrealday

3 comentarios:

marité dijo...

Por eso, la filiación es la discurso...y la fraternidad es también en el discurso.
Así, creo que podemos ubicar la paternidad, o la función del padre en un decir...decir que no que es nominación.
ir más allá del padre...implica ciertamente resolver lo que nos liga al padre en lo imaginario.
pero el padre es más que eso.....
y así se abren otras dimensiones de eso que llamamos padre.
Poder filiarse en un discurso, implica dejar de hacerlo con la deuda de sangre....y quedar sólo en deduda con el decir.

Margarita Scotta dijo...

Quizás, cuando Safouan expresó que "el grupo es un mal necesario" tenía presente el sufrimiento en las instituciones psicoanalíticas, que él había vivido adentrándose en esos laberintos de la época con el psicoanálisis que a él le tocó; de hecho, si él también dijo que no habia que hacer "club de amigos", hasta la amistad queda oscurecida con un tono de sospecha contra-psicoanalítica. Porque también es cierto que en momentos privilegiados -azarosos, imposibles de preveer- el grupo podría convertirse en esa otra cara civilizadora (que Freud menciona con esa palabra) donde por la potencia ganada con el semejante en lo fraterno se alcanzan logros que, de otro modo, jamás se conseguirían... (Freud era menos pesimista que Lacan respecto de los grupos)

Margarita dijo...

... y eso a raíz de que el grupo lograría transformaciones (en el narcisismo) que el vínculo por intereses (desde el egoísmo; tan actual en nuestro post-modernismo si bien inaugurado por Pausanias en El Banquete) jamás podría producir... la psicología de la masa freudiana presenta fases diversas...