miércoles, 11 de noviembre de 2009

Comentario de Margarita Scotta a De enredos y divanes.

Me quedé pensando cuando decís que el grupo de psicoanalistas tendría que venir a ocupar un lugar donde hubo una revelación del objeto como caído (la revelación misma sería la caída) pero también mencionabas una repetición en la historia del psicoanálisis: el impedimento para leer “Más allá del principio del placer” (no se aceptaba) estaría repitiéndose en el impedimento a la lectura de la “Proposición del 9 de Octubre” de Lacan. Pues fue Lacan, al alcanzar leer “Más allá…”, quien consigue ubicar el deseo en el amor. Es cierto; por el empalme (que no habría cubierto con sombra espesa) al alcanzar articular la compulsión de repetición y la relación de amor en la transferencia (me parece también que “dejarse romper la cabeza” –así lo dice- pensando cómo podría haber funcionado el deseo en aquel personaje Sócrates, en relación a un deseo de muerte, también fue un eslabón clave en su lectura, pasando por la persona del analista). Si el deseo no fuera convertido en objeto por la transferencia analítica, ¿qué sería? Un impulso; por ejemplo, hasta errático, mortífero. Por otro lado, el amor lo demora para su realidad de objeto, pero también lo prepara. Es como si la realidad del grupo fuera necesaria, “más necesaria que la vida” –como retomás en dos citas- para “alojar” (no sé bien qué palabra iría; ¿es donde los psicólogos utilizan “contener”?) la revelación del objeto pero como caída, no como sostén inconciente, que se fue preparando en los análisis, por las transferencias en los análisis pero que a su vez el proceso analítico singular no terminará de poder darle “espacio”. Y Lacan, quizás, sintió que en ese punto “fracasó” su propuesta; o, él la pensó muy ansioso de “captar” “lo” que pasaba. Fracaso, en sentido existencialista, no se connota negativamente porque es lo que permite el relanzamiento, sería el volver a empezar después de lo no logrado, de la decepción, para que no quede en frustración es que se pasa al fracaso… ¿Cuando no se puede contar con el grupo en cierta posición de terminar de posibilitar lo que los análisis no? (se suele encontrar al grupo de psicoanalistas como profesores, como jueces, como enemigos, como amigos, como funcionarios, como Otro… pero en tu escrito aludís a un lugar muy distinto en la vía del traslado transferencial).

Margarita Scotta

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