Un espacio que aloja los múltiples tipos de vínculos que puedan construirse alrededor del discurso del psicoanálisis, y, a través de su trama, ofrecer y posibilitar a la comunidad el encuentro entre la demanda de psicoanálisis y quien en el nombre de esa práctica se ofrezca a ocupar el lugar del psicoanalista.
lunes, 19 de abril de 2010
Mamá Política…o sea la suegra, por Gloria Annoni
Mamá Política…o sea la suegra
Desde el discurso Jurídico se llama “Familia política” a los parientes consanguíneos del otro conjugue de una pareja matrimonial.
Sin embargo, en conversaciones y/o relatos cotidianos es común que se diga “es un tío de mi marido” y no: “es mi tío político”. Me parece, que es más común escuchar: “mi primo” y que, por giros del relato, recién se aclare, por ejemplo, diciendo “Bueno…en realidad es primo de mi marido, pero es como mío”…Y si es su primo político.
En las redes de parentesco, cuando escuchamos tanto en conversaciones sociales, como en el decir de un analizante en sesión, hablando de su suegra y/o de su suegro, es más común que sea en el marco de un enojo. Simpatía o afecto es mucho menos común.
La analizante mujer, raras veces ironiza sobre suegro o suegra, es más, cuando de la suegra se trata, suele hacer largas catarsis donde suelta iras, ofensas, dolor. A veces, hay una relación de respeto, excepcionalmente cierta admiración, por algo que considere una cualidad.
En cambio en el hombre, desde al menos el siglo pasado, no me atrevo a decir desde tiempos remotos, la suegra…es todo un caso.
Rara vez se habla de ella expresándose sobre sus virtudes, cualidades positivas, con admiración por algo. Cariño nunca. Si la suegra es famosa o poderosa por su posición social y/o profesional, se menciona esto, pero, por lo común diciendo “la madre de mi esposa”, “mi suegra”…Pero nunca escuché decir mi “mamá política”. Creo que ha habido una o dos excepciones de hablar bien con mucho respeto…pero cariño, no. Tal vez, por allí puesto en acto, pero no en palabras.
Esto se ve reflejado en la cultura general, en el chiste sobre ella, sea del sector social que sea.
Son comunes, están en vigencia siempre. Pero no hay chistes de las mujeres ironizando o mofándose del suegro.
Sobre todo esto, no se pueden soslayar dos cosas: a) “El chiste y su relación con el inconsciente” de Freud y b) Que los protagonistas a analizar de este hecho: chiste son un hombre (yerno) y una mujer (suegra).
¿Qué le pasa a este hombre con esta mujer con la cual se ha ensañado por años?
Se me ocurren varias vetas a analizar a) ¿Qué le pasa y no lo sabe con la mujer en general?
b) ¿Qué le pasa con la primera que conoció, es decir su mamá?¨
c) ¿Qué le pasa con su mujer?
Las tres preguntas pueden comenzar a desenmascararse en un análisis –siempre en el caso por caso—a partir de una hipótesis que me parece imprescindible de Gerard Pommier (1) en ella habla del tiempo lógico en que puede permanecer un sujeto en determinadas funciones subjetivas y que no se condice, con la edad cronológica del mismo. Uno de los ejemplos más claros que da, es la de un sujeto varón que ha pesar del acontecimiento de haber engendrado un hijo, en su inconsciente, no está ocupando el lugar de padre, reina aún él como hijo y el suyo funciona como un regalo que ofrece a su madre.
Lo que es más grave aún es ver en el análisis si el sujeto, que por su edad cronológica es socialmente un adulto, ha superado etapas vitales fundamentales como la pubertad, adolescencia. Es decir que en su constitución subjetiva como neurótico de esta cultura, no sufre de patología psíquica alguna. Pero, hay ciertas operaciones subjetivas que rara vez se superan, si no es análisis mediante, estas permiten lograr dejar caer el deseo materno y organizar en consecuencia la Metáfora Paterna, para lo cual hay que matar simbólicamente al niño y al Padre Imaginario para que advenga lo simbólico.
Si alguna de estas operaciones hacen falla y el sujeto está casado y es padre, seguramente en esas situaciones vitales, se pondrán de manifiesto las fallas de las operaciones de las que hablaba recién. El hijo puede irrumpir como algo tremendo y provocar verdaderas crisis.
Algo semejante pasa con la mujer y su mamá. Al respecto, en una conversación con Haidee Henrych (2) comentábamos acerca de mujeres que teniendo cuarenta y ocho o cincuenta años, todavía pelean en el diván con su mamá cual niñas y/o adolescentes, ocupando gran parte de las sesiones con las discusiones al respecto.
El tiempo cronológico ha pasado, pero, evidentemente, desde lo subjetivo parecen permanecer por tiempo indefinido en la pubertad o en la adolescencia primera. Haciendo de fondo a esta cuestión indudablemente, un Complejo de Edipo sin solución hasta ese momento.
Al respecto, un pequeño testimonio de un análisis de pareja (3) El marido decía, más o menos lo siguiente: “A mí me gusta hacer el amor a la siesta, pero ella demora en venir y yo me duermo”. Le pregunto a la mujer: ¿A Ud. Le agrada también? (4)---Me contesta que si, que también lo disfruta. Yo ¿Entonces? La mujer responde “Es que no estoy tranquila, si antes no lavo los platos, y cuando termino, él ya está dormido”…Yo ¿Qué pasa si los lava después, mientras toman mate? La mujer ¿Y si viene mi mamá?...
Cuando un hombre tiene como esposa a una nena de unos ocho años (subjetivamente) es lógico que la suegra le resulte una bruja.
En esos casos la bruja opina sobre el planchado, los nietos, las compras, opina y si puede también actúa en consecuencia a sus opiniones sobre la casita de su nena.
Son esas madres eternas a las que como dice Lacan les faltó la estaca en sus bocas de cocodrilos. Colmadas por el hijo/a para siempre, no tienen vida propia, no han construido un mundo de ellas, el marido es alguien muy especial que ocupa muchos roles pero no el que debe: sostener el Falo Simbólico. La Metáfora Paterna de lo simbólico está a la espera eterna y el hijo absorto sigue mirando únicamente los movimientos de la madre. Sin salir, tal vez de una especie de atolladero en el proceso del “Estadio del Espejo”
Puede ser que un hombre haya sorteado estas dificultades operatorias y sea un sujeto de la castración, que se ha despedido convenientemente del niño que fue, pero se casa con una niñita subjetiva que todo tiene que preguntarle a mamá o es de más valor para ella complacer a mamá que a su esposo, que es una especie de compañerito de juegos…incluidos los de “la hora de la siesta”, en ese caso, el esposo luchará por tener una mujer, y no dejará de alentar sentimientos hostiles hacia la “bruja”, con la cual disputa a su mujer.
También puede ser que la hija haya pasado satisfactoriamente y alejada de la madre internamente, tenga hacia ella cariño filial, respeto y se imponga a los intentos de independencia de la que considera “su nena”.
Ante estos intentos de la madre, el marido acompañará a su mujer en la lucha, y es natural que surja la sátira, el “chiste”, sobre la bruja.
Sería muy poco común, pero no imposible que tanto marido y mujer hubieran superado con éxito las operaciones constitutivas, y fueran sujetos que han aceptado la castración, y la suegra, igual, entonces como dicen los refranes populares: “el casado casa quiere”, “cada uno en su casa”, etc.
Pero, parece que hasta ahora, más en estos países llamados latinos, formados por descendientes de inmigrantes judíos españoles ye italianos donde “madre”,”mame” y “manma” han desplegado su reinado.
Sobre ellas también se cuentan chistes. La mame que le regala dos corbatas al hijo, éste se presenta estrenando una, la mame le pregunta ¿Cómo la otra no te gustó?...Viene un “gallego” cansado de trabajar y la “madre” le espeta “Hijo mío, estarás muerto de hambre, ¿Quieres que te fría un huevo?....El hijo “Joder, madre: ¿Por qué no se fríe Ud. una teta?
Gloria Annoni
Notas
1- Pommier Gerard “Transferencia y estructuras clínicas” Paginas 147-148 ED. Kliné. Bs As. Argentina. 1995
2- Psicoanalista de Buenos Aires autora de “Cuando la neurosis no es de transferencia” ED. Homo Sapiens1996. ”Borde R S de la neurosis” y co-autora de “Bordes…un límite en la formalización” 1993 todos ED Homo Sapiens, Miembro de la Escuela Freudiana de Bs As
3- Suelo trabajar con las parejas con una práctica clínica psicoanalítica.
4- Obviamente no es una reproducción exacta de lo actuado desde mi lugar
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3 comentarios:
Muy bueno
me parece muy buena la observación de mamá política y sobre todo se agradece que hagan referencias bibliográficas para poder valernos de ellas también
eeeee eselente!!!!!!!!!!!!
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