jueves, 8 de abril de 2010

Carta de Jorgelina Piancatelli (socióloga inscripta en la RED) Solidaridad con lo sucedido desde BsAS

Hola, a pesar de que no entiendo demasiado la particularidades de la escuela de psicoanálisis Sigmud Freud, puedo entender algo sobre las generalidades de lo que fui leyendo en los diferentes mails.


Simplemente pretendo hecerles llegar mi solaridaridad con lo ocurrido con dos de sus miembros y hacer un pequeño aporte desde la sociología ya que es la disciplina en la cual me desempeño.

Hay diferentes formas de intervenir en lo social a través del compromiso o del distanciamiento, el distanciamiento es fácil de palpar: se interviene desde lejos, sin empaparse demasiado y las cosas suceden por fuera, siguen su curso y quien tomó distancia no deja de ser un mero espectador. El compromiso se visualiza a través de la toma de posición, del involucrarse y eso la mayoría de las veces supone tener posiciones definidas y acordes a las formas de pensar o ver el mundo de lo social. Entonces es cuando surgen las diferencias, y mucho más si el desenvolvimiento de estas acciones es dentro del marco de lo institucional.

Para poder entender mejor el comportamiento de las instituciones debemos pensarlas quizás en términos foucaultianos, aquellos lugares que funcionan como dispositivos de poder, las cuales se encargan del disciplinamiento, es ahí donde las disciplinas toman forma, aunque de manera casi imperceptible. Las instituciones a través del disciplinamiento de los cuerpos actúan directamente sobre la población involucrada, clasificando a los individuos que forman parte de éstas. De esta forma (y acá abandono un poco a Foucault) van construyendo socialmente los pares de normalidad-anormalidad, orden-desorden, disciplinamiento-rebeldía. Pero en última instancia su función social es la de establecer cuerpos dóciles en lo político y útiles en lo económico, cuando esto no sucede aparecen los elementos llamados "disruptivos" (los cuales hacen demasiado ruido para las instituciones) y entonces se los separa, se los desvincula, puesto que esto supone que el disciplinamiento no ha hecho bien su tarea y antes que los "rebeldes" contagien al resto conviene aislarlos. Pero sobre todo (y esto pasa en todos los planos de lo social) las instituciones no pueden convivir con lo diferente, no da espacios a quienes piensan distinto, entonces la reacción inmediata es la de la expulsión: que cumple la función de castigo y ejemplo a la vez. Es como decirles al resto:"Miren lo que les va a pasar si no obedecen".

Creo que esto es quizás lo que está sucediendo en la escuela de psicoanálisis S.F., las diferencias nunca caen muy bien y siempre se las ataca y la CD no hizo más que cumplir a raja tabla y de un modo totalmente repudiable con esto. Haciendo uso de un modo deliberado de su ejercicio de poder. Pedirles que no sean arbitrarios en estas decisiones sería como pretender anular todo lo anterior. Y pensar que el poder en su ejercicio no va a recurrir a métodos reaccionarios, es como pensar que una persona que tiene un fuerte dolor de muelas no va a ir al odontólogo.

Para terminar y tomando aisladamente algunas ideas de Elias, el tipo de relación cuya regularidad puede expresarse satisfactoriamente, hasta cierto punto, en foma de ley, es una relación que, aunque pasajera, sigue un molde estable: puede empezar y cesar innumerables veces sin afectar al comportamiento de otras unidades constituyentes de la red de relaciones más amplias dentro de la cual tiene lugar, o las características de esta red mayor. En suma, las leyes generales sirven como instrumento para resolver problemas de casos particulares únicamente dentro de marcos de relaciones concebidos como conglomerados. Aunque no debemos dejar de considerar el hecho de que los fenómenos parciales están unidos entre sí como constituyentes de una unidad funcional mayor, sin la cual esos fenómenos no ocurrirían, o, al menos, no de la misma manera.

En este caso y por lo que pude leer a lo largo de los mails, lo particular se trasladó a lo general en el momento en que el resto de los miembros tomó partido a través de las respectivas renuncias, manifestando una solidaridad orgánica. De manera que cuanto mayor sea la visibilidad de que los miembros (o ya ex miembros de la EPSF) agrupados de modo solidario permanecen conectados y organizados, mayor será la probabilidad de un cambio irreversible que puede dar como resultado un mejor funcionamiento por fuera de lo institucional. Acaso no decía Heráclito que lo único que permanece estable en el tiempo es el cambio?

Porque a pesar de todo, toda relación de poder implica necesariamente una relación de resistencia, no puede pensarse un poder sin resistencias, ambas relaciones son inherentes entre sí. Y lo único que constituye una verdadera ameza para el poder es la organización y resistencia de los que el poder mismo ha querido desligarse. Y si bien el límite entre lo público y lo privado es cada vez más difuso, la irrupción en el espacio público permite la visibilidad de los conflictos y la apropiación de esto hace que los problemas individuales se transformen en un problema social, a través de la creación de identidades que van construyendo nuevos grupos de pertenencia desde los cuales la denuncia se hace cada vez más fuerte y la posibilidad de ser oída cada vez más sólida.

Nuevamente les brindo todo mi apoyo y solidaridad.

Saludos

Jorgelina

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